El caso de una profesora de Trehuaco, en la región de Ñuble, atacada por un alumno TEA hasta terminar con una fractura de cráneo, ha abierto el debate en torno al nivel de responsabilidad que cae en el estudiante, independiente o no de su condición. Así como sobre las deficiencias existentes en los establecimientos educaciones para dar la correcta atención a los alumnos del espectro autista.
Alejandra Gajardo, directora Fundación MITEA, de la región de Ñuble, recalcó que el autismo no es sinónimo de violencia y enfatizó en la importancia de reforzar la ley TEA y aplicarla correctamente.
«Esta es una ley que se está desarrollando con el tiempo, las leyes tienen que pulirse y desde el Ministerio hay una circular, la 586, que es la que dice cómo hay que proceder, incluso todos los niños con autismo tienen que tener un plan de intervención y un protocolo de desregulación», señaló agregando que lamentablemente no todos los colegios, docentes y asistentes de la educación cuentan con herramientas para trabajar con niños y niñas TEA.
«Si ya hay déficit en Chillán, que es la capital regional, de terapias, de especialistas, de profesionales en el área educacional, imagínense en una comuna como Treguaco. Por eso, yo los llamo también a reflexionar, ¿con qué herramientas contaba ese liceo y esos docentes y profesores?, ¿Con qué herramientas contaba ese estudiante y su familia?», indicó reiterando en la importancia de las medidas de prevención y de los diagnósticos tempranos.
Justamente, la Fundación MITEA se ganó recientememte un proyecto para capacitar a 12 mil funcionarios de la educación en la región de Ñuble, con lo cual esperan poder aportar desde su vereda en los avances que se requieren en esta materia.