En la oficina del Instituto de Previsión Social (IPS) de Los Ángeles, autoridades regionales explicaron este martes los principales beneficios de la reforma previsional: cotizaciones durante periodos de cesantía, aporte de empleadores, inclusión de personas con leyes reparatorias y el aumento progresivo de la Pensión Garantizada Universal (PGU).
Con la presencia de la seremi del Trabajo y Previsión Social del Biobío, Sandra Quintana, el director regional del IPS, Sergio Arévalo, y el dirigente en derechos humanos, Luis Humberto Fernández, se explicó punto por punto cómo esta reforma busca mejorar las pensiones actuales y futuras.
Uno de los cambios más importantes ya está en marcha desde mayo: el seguro ante lagunas previsionales, que permite que quienes quedan cesantes sigan cotizando gracias al uso de su seguro de cesantía.
Las lagunas previsionales se definen como períodos en los que una persona trabajadora no cotiza en su fondo de pensiones, ya sea porque estuvo desempleada, trabajando de manera informal o simplemente porque no se realizaron los pagos correspondientes.
Estos períodos afectan directamente al monto de la pensión futura. Como el sistema de pensiones chileno posee capitalización individual, cada mes sin cotización significa menos dinero acumulado para la jubilación.
El seguro implementado consta de un 10% del sueldo que la persona presentaba a la hora de dejar de cotizar, y se puede extender por un plazo máximo de cinco meses.
A partir de agosto, el sistema previsional también contará por primera vez con el aporte del empleador, que comenzará con un 1% y llegará de forma gradual hasta un 7% en un plazo de nueve años. Este aporte irá a un fondo común que busca sustentar un seguro social de pensiones, que beneficiará especialmente a quienes poseen lagunas previsionales o cotizaciones bajas.
BENEFICIARIOS DE LEYES REPARATORIAS
En septiembre se implementará un aumento del monto base de la Pensión Garantizada Universal (PGU) a $250.000, que beneficiará primero a quienes tengan 82 años o más, así como a las personas incluidas en las leyes reparatorias como PRAIS, Valech y Rettig, y a exonerados políticos.
Estos últimos, históricamente excluidos de beneficios previsionales por recibir una pensión reparatoria, ahora podrán acceder a este piso mínimo.