A través de la escritura y la ilustración como formas de exploración emocional y creativa, adolescentes vulnerables en contexto de cuidado residencial han participado en el taller de mediación lectora “Bitácoras de emociones”, impulsado por el Plan Regional de la Lectura en conjunto con el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia. La última sesión se realizó en la Residencia Familiar de Administración Directa Manuel Rodríguez, en Chiguayante.
El taller benefició a adolescentes, de entre 12 y 19 años, residentes en tres centros de la región: Manos Abiertas en Curanilahue, Vida Familiar Adolescente en Los Ángeles y RFA Manuel Rodríguez en Chiguayante. Consistió en tres sesiones orientadas a crear un espacio de exploración creativa y reflexiva, donde las participantes pudieron expresarse libremente a través de la ilustración y la escritura. Las sesiones fueron guiadas por el ilustrador y mediador de lectura Hans Peralta.
La primera sesión se centró en la creación de una bitácora y en ejercicios de ilustración vinculados a la vida cotidiana, acompañados por una lectura guiada del libro “El espacio entre la hierba: Instrucciones para encontrar un poema”, de María José Ferrada. La segunda jornada, titulada Autorretrato en caligrama, invitó a reflexionar sobre la identidad, los gustos personales y las proyecciones de futuro. Finalmente, la tercera y última sesión estuvo dedicada a una revisión colectiva, donde se compartieron aprendizajes y productos artísticos que serán recopilados en una publicación conjunta que reunirá el trabajo de las tres residencias participantes.
La Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Paloma Zúñiga, señaló que este tipo de instancias demuestra el valor transformador del arte en contextos de cuidado residencial.
“Creemos profundamente en el poder de la lectura y la creación como herramientas de reparación emocional, identidad y expresión. Estas bitácoras son espacios seguros, íntimos y creativos que ayudan a las jóvenes a nombrar lo que sienten, pensarse a sí mismas y proyectarse con esperanza”.
En tanto, la Directora Regional del Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, Andrea Saldaña, destacó el impacto de estas acciones en la vida de las jóvenes. “Estas mediaciones permiten abrir un diálogo sensible y respetuoso con las emociones de niñas y adolescentes que han vivido experiencias difíciles. Es una manera concreta de acompañarlas y ofrecerles herramientas psicológicas para narrar sus vidas a través del arte y la palabra”, expresó.
La actividad de cierre contó con la presencia de ambas autoridades regionales, reafirmando así el compromiso interinstitucional de promover los derechos culturales y el bienestar integral de la niñez y adolescencia en contextos de protección.